¿Has notado que cuando haces algo bueno por alguien – sin pensar en el retorno -, se obtiene algo a cambio?
 
Puede ser que sea algo que parece pequeño como una  bendición, un cumplido, una oleada de amor… o podría ser algo tan grande como un triunfo en algo, , una sorpresa  increíble o tal vez un sueño hecho realidad en relación a algo que nunca pensó que sucedería.
 
Se  llama la Ley de reciprocidad.
 
Me acuerdo de una frase que decía mamá, que el próximo 23 de Abril cumpliría 102 años que con su “sabiduría popular” afirmaba: «Una mano lava a la otra y las dos lavan la cara».
 
Cuando hacemos algo para alguien desde el corazón, sin ningún interés personal,  abrimos un espacio que necesita ser rellenado  y como sabemos : “ los iguales se atraen” y  como el Universo es infinitamente justo y sabio… no lo dudes… siempre (aunque no del mismo lugar  esa “buena acción” es devuelto por igual, a la energía que hemos entregado.
 
Vivimos en un mundo de equilibrio.
 
Todo se fundamenta en el equilibrio de las fuerzas.
 
No des nunca para recibir… así  no funciona la ley.

Da de corazón para ayudar… y – te  prometo- ese espacio que quedó en ti, será rellenado por el Universo, Dios, los Ángeles, la fuerza Universal o quien creas,  con BENDICIONES…
 
Cuídate.. y buena semana…

Walter