Dentro de las cosas que había proyectado hacer este año era viajar…
Evidentemente no se dio… pero aprendí otras cosas.
Una noche, en este misterioso y poderoso espacio entre el dormir y soñar vino una frase a mi mente… una frase que fue usada hace mucho, muchísimos años en uno de los veranos en Piriápolis como frase guía de vacaciones.
Todos los años cinco amigos, siempre los mismos , un grupo maravilloso en el que dos, ya no están en este plano…planeábamos nuestras vacaciones.
Antes de salir a acampar, nos proponíamos una frase intensión.
Todas las temporadas cambiábamos.
Alguna fue “Comer sano” y lo seguíamos al pie de la letra. Otra “Mucho sol” que en este momento es impensado. “Nada de problemas”, “La invisibilidad de Sandra” que fue cuando a un amigo del grupo (Federico) lo dejó su novia Sandra y no hacia otra cosa que hablar de ella o verla en todos lados y creamos esa frase en la que se nos prohibía a todos hablar o referirse a Sandra.
Pero ninguna de esas frases fue la que apareció en mi mente… sino a una que de alguna manera responde a mis orígenes, porque apareció en su idioma natural: italiano.
“Il dolce far niente, o sea :»la dulzura de no hacer nada».
LA DULZURA DE NO HACER NADA… Una maravilla.
Me levanté y desde las dos a las cinco de la mañana leí casi la mitad de un libro que leo muy seguido una y otra vez, que ya lo recomendé aquí en este boletín, y vuelvo a hacerlo: El placer de no trabajar, de Ernie Zelinski.
Y comencé a hacerlo… y hace ya casi tres meses que me acuesto a dormir la siesta, o me quedo horas escuchando música o viendo alguna serie o documental.
Así es que en este recuerdo, se me ocurrió darle un consejo: Tómese un tiempo (sin experimentar sentimientos de culpa) para disfrutar el «no hacer nada».
Desconéctese cada día un rato de su vida cotidiana, de sus preocupaciones, del ir y el venir, de los informativos, de las amistades “cargosas”, de sus miedos constantes.
Aproveche esta “necesidad de quedarse lo más posible en casa” y haga menos y sea más.
Comience a poner en práctica la dulzura de no hacer nada.
HAGA MENOS Y SEA MAS.
Bendiciones,
Walter
Me encantó tu anécdota!! La frase es genial y la pongo en práctica.
Me gusta esa sensación de disfrutar de algo sin culpa ( aunque haya cosas para hacer, que por supuesto pueden hacerse después…)
Me interesó el libro, ya lo tendré para esos momentos de » il dolce far miente»
Abrazo.
Silvana
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MARAVILLOSO!!!!!!! «,La dulzura de no hacer nada» , Fascina leerlo, fascina imaginar esa dulzura…,y aprender a vivir uno ,más que nunca!!!!!! Pensar….que algo tan sencillo en palabras ,es a la vez profundo en la intención del decir…y del poner en práctica… GRACIAS, agradecer todo lo que ud.nos regala en estos trabajos. Reciba mi cariño,cuidese
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Gracias por los aportes de todas las semanas Walter. Muy amable como siempre. Ten buenos momentos😀😍🎶
Libre de virus. http://www.avast.com
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Buenas noches Walter ,muy buenos como siempre tus comentarios y que nos hacen reflecionar y pensar que razon tenes en cuanto a todo lo que tu decis .
Bueno ,a pasar un tiempo mas sin hacer nada y cuidarnos por nosotros y por todos
Abrazo ,y un hasta pronto
.
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