Las sincronicidades  y coincidencias, no son más que signos claros de la “Fuente Divina” que te están anunciando “cosas”

A veces puede ser un toque suave, una idea que pasa y se queda, una percepción…

Otras, – en ocasiones en las que no estamos prestando atención – podría ser algo más fuerte.. a veces doloroso o por lo menos… enérgicamente marcado.

Muchas de las situaciones de salud por la que pasamos, son ese tipo de “golpes”.

Seguramente no el primero ni el segundo…

Seguramente también en los primeros y segundos… no les prestamos atención y la fuente, Divinidad, Universo o… como prefiero entenderlo yo: los Ángeles y nuestros Guías Espirituales, deciden hablarnos más fuerte.

Cuando esa “Fuente Divina” (o como quieras llamarle) se manifiesta, lo hace de manera singular…

Son los que mi maestra llama: “Codazos Divinos”.

¿Has oído la misma frase, te comentaron el nombre de algún libro, o visto repetidamente un número en poco espacio de tiempo?

Te voy a dar algunos ejemplos:

Las mismas imágenes apareciendo frente a ti una y otra vez.

Alguien  menciona a la persona con la que estabas pensando.

Conociste a alguien que… imprevistamente respondió a una pregunta que tu solo la sabías, o te dio una idea o te puso en contacto con algo o “alguien” que es lo que tu Alma estaba necesitando.

Estas son todas señales que merecen hacer una pequeña pausa, estar abierta/o mental y racionalmente y prestarle atención.

Y que reconozcas ( o por lo menos aceptes la posibilidad) que estas recibiendo un… “mensaje de tu Ángel, Guía Espiritual, Divinidad o el Universo”

Los actos, emociones, percepciones que se repiten una y otra vez no son coincidencias.

Yo no creo que existan accidentes en este Universo inteligente (que no logramos comprende aún).

Es en ese momento que debes preguntarte

¿Qué mensaje me está dejando esto?

¿Qué se supone que debería hacer/actuar/callar/decir?

¿Qué estoy aprendiendo ahora?

Esta última semana de Mayo… el Universo estará llamando a tu puerta.

¡Estate atento con las señales que recibirás!

Bendiciones mil, luminosas, llenas de sanación y tranquilidad…

Walter