Hay una realidad:
Hagamos lo que hagamos, el futuro es algo, a lo que todos , llegamos a un ritmo de sesenta minutos por hora.
Podríamos intentar acelerarlo o ralentizarlo, pero no hay nada que cambie ese simple hecho.
Vivimos un momento en que el Universo nos está pidiendo tiempo…
Y hay que dárselo.
Todo va a volver a su equilibrio… pero no enseguida.
Por lo tanto habrá que tener paciencia.
Y a veces la paciencia es difícil mantenerla (ya llevamos dos meses)
Sobre todo porque cuando hemos hecho planes importantes, nos sentimos obligados a seguirlos.
Las dificultades surgen cuando tenemos que salvar el espacio que hay entre nuestro sueño y la realidad.
Cada uno de nosotros tiene su agenda sobre lo que haría en este año…
Y se nos interpuso algo grande…
GRANDE Y UNIVERSAL.
Los proyectos que tú tienes, van a cristalizarse, – seguramente – de manera distinta y en tiempos diferentes.
No te estoy diciendo que dejes tus sueños de lado…
Sino… soñar un poquito más.
Quizá sea lo mejor.
Soñaste planes a realizar este año 2020.
Bueno, en estas “vacaciones obligadas” o “siesta del Alma”, soñá un poquito más…
Por ejemplo, no solo lo que quieras alcanzar…
Sino la manera de hacerlo.
Mi mamá siempre decía: No hay mal que por bien no venga”
¿Y sabes una cosa…?
Más de una vez comprobé que así es.
Bendiciones y buena semana, llena de chispitas de esperanza, reflejos de fe y música de risas.
Walter
Llegatemos a ese ritmo, sesenta minutos por hora…
Excelente frase .
Gracias por tus reflexiones.
Abrazo.
Silvana
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