En nuestra vida hay muchos ritmos que nos afectan de forma simultánea en un momento dado.

Existen las fases del día, el ciclo del sueño, y nuestro sistema biológico interno, todos los cuales se interrelacionan – o no – con los «ciclos» de nuestros horarios de trabajo y diversas necesidades externas del mundo que nos rodea.

También existe el ciclo semanal y mensual y que a su vez crea un ciclo de cosas que se pueden hacer y otras que tienen que esperar.

Hay los ciclos trimestrales de las estaciones, con su principio / plena expresión / oscuridad y comienzo de la luz…

Y esta el ciclo anual que nos lleva en un viaje en espiral dando vueltas sobre sí mismo a través de toda nuestra vida.

Hoy, esta noche, dentro de poquitas horas, estamos amigos, finalizando con ese ciclo, el ciclo señalado por los relojes de los hombres, que imponen, un fin de año y un principio de año, sin una lógica más que, ordenar un poco los tiempos.

Pero vivimos en esta materialidad y… nos tenemos que regir por estas imposiciones que nada tienen que ver con nuestros propios ritmos internos.

Por lo tanto… adaptémoslo y festejemos el final de un ciclo calendario y el inicio del otro.

Muy feliz año amigos…

Walter