No importa dónde te encuentres actualmente en tu vida en este momento, ni lo que te haya sucedido o lo que estés viviendo (sea altamente positivo o desgarradoramente negativo…)
Es útil (además de necesario) recordar que nada (es decir, ABSOLUTAMENTE NADA) volverá a ser igual.
Tenemos la capacidad de ser seres que se transforman…
Por eso es imprescindible saber y aceptar que todo continuamente está cambiando.
Que en cada momento crecen nuevas células y mueren células viejas.
Que nuevas vibraciones están creando nuevas energías y las viejas vibraciones finalizando su ciclo…
Que los patrones de energía están creando experiencias para que te puedas expandir como un ser espiritual y crecer como Alma.
A veces riendo… otras llorando. Todas emociones y circunstancias necesarias para nuestro aprendizaje.
Pero debes saber tambien que … sea lo que sea que estés viviendo… es pasajero…
TODO.
Si logras comprender esto… te será más fácil fluir frente a los acontecimientos y confiar en el Universo.
Debes saber también que eso que te está pasando, lo puedes mejorar o empeorar, de acuerdo como tu encares la situacion.
Puedes trabajar para superarlo, incluso evitar las máximas consecuencias o puedes bajar los brazos derrotado y perder oportunidades de mejorar lo que se viene.
POR ESO: NUNCA DEJES DE TRABAJAR Y DE LUCHAR POR ALCANZAR EL ÉXITO, LA SALUD, LA ABUNDANCIA, UN BUEN TRABAJO O EL EQUILIBRIO EMOCIONAL.
SIEMPRE LLEGARAS AL LUGAR DONDE DEBES LLEGAR. Eso es una realidad.
Ahora, esta en ti, llegar descansado, aprendiendo cosas, en un estado emocional de equilibrio (si te comprometes a mejorar eso que la vida te presenta y aceptar que las cosas – en este momento- son así…)
O llegar agotada, enfermo, disgustada con la vida y con rabia, miedo, o enojo…si no comprendes la esencia del viaje.
Los grandes lineamientos (enseñanzas/aprendizajes) que nuestra Alma vino a cumplir no se pueden cambiar… es Karma.
Lo que si puedes hacer, es aceptar, trabajar para mejorar y disfrutar del viaje que inevitablemente debes realizar, para ser– como Alma que eres – aquello que estás destinada/o a SER.

“Un barco zarpa para el este y otro para el oeste, soplando el mismo viento para los dos.
Es la colocación de la vela y no la tormenta, quien determina el camino que ellos llevan”.