Cuando Dios te lleva al borde del acantilado,
confía en él plenamente y déjate llevar.
Sólo una de dos cosas va a suceder,
¡o él te sostiene cuando tu te caes,
o te va a enseñar a volar!
Amigos…
Nunca estamos solos.
Cuando Dios te lleva al borde del acantilado,
confía en él plenamente y déjate llevar.
Sólo una de dos cosas va a suceder,
¡o él te sostiene cuando tu te caes,
o te va a enseñar a volar!
Amigos…
Nunca estamos solos.
Gran verdad!! Abrazo. Silvana
Me gustaMe gusta